A MESSAGE FROM FR. JOHN
UN MENSAJE DEL PADRE JOHN
This month, on the Feast of St. Joseph the Worker, we move decisively forward toward this goal by inviting every individual and family of St. Joachim Parish to participate in our capital campaign. All are invited to discern their sacrificial 33-month pledge. We trust that if each of us brings forth a sacrificial pledge, God will do the rest. We firmly believe that, “Unless the Lord build the house, they labor in vain who build it” (Psalm 127:1). We are encouraged by the boy who generously and sacrificially gave Jesus his two fish and five loaves. Jesus used the boy’s gift to feed five thousand families. We have more than five thousand families in St. Joachim Parish who need to be FED BY JESUS, THE BREAD OF ETERNAL LIFE.
You are invited to watch the 8-Minute video above to help you experience THE BEAUTY IN ART AND ARCHITECTURE of our proposed HOLY TRINITY CATHOLIC CHURCH. St. Joseph the Worker Blessings, Fr. John In order for our Capital Campaign to succeed, we are all going to have to consider making a Sacrificial Pledge toward the building of our new Holy Trinity Catholic Church. Before we can determine what our Sacrificial Pledge will be, we must first understand what a sacrifice is, and what sacrificial giving is. Only then will be able to determine if what we are committing to is sacrificial in nature. Sacrificial love is love that gives until it hurts. God the Father asked His Son to be tortured by our sins and sacrificed on the cross so that all poor sinners, from Adam and Eve to the end of time, could hear Jesus pray, “Father, forgive them; they know not what they do.” The Father’s sacrificial response was to send His Risen Son back to the world with the words, “Shalom – Peace be with you; as the Father has sent me, now I send you; Receive the Holy Spirit!” This unimaginable Sacrificial Love, and Self-Gift of the Father and Jesus, is what heals the wound of Original Sin, which is our lack of trust in God. This Sacrificial Self-Gift of Divine Merciful Love can empower each of us for sacrificial giving in a way that advances God’s Kingdom on Earth. God the Father and Jesus are ready to establish their Kingdom in our hearts. As Jesus’ disciples, we are empowered and privileged, to be ambassadors of God’s Mercy and to make disciples of as many as we can; baptizing them in the Name of the Father, Son and Holy Spirit; and into Jesus’ Victory over sin, death and the devil. Hence, there is the pressing need to build Holy Trinity Catholic Church in Madera. Thus, more and more disciples can be brought into intimate Communion with the Father, Son and Holy Spirit. So what are we being called to do in this Capital Campaign? We are being asked to pledge an amount that is sacrificial in nature for the expansion of God’s Kingdom here on earth. The quantity will be different for each of us depending on our financial circumstances, but our level of sacrifice can be the same. If after praying about it and reviewing our personal budgets, we decide an amount that we are comfortable with and can easily make, then, while nice, it is not yet sacrificial in nature. We must also be careful not to go to the other extreme and pledge so much that, if we honor the pledge, we will be depriving our family of their basic needs. A Sacrificial Pledge is one where we give more than from what is left over in our monthly budget. Sacrificial giving is redoing our monthly budget and determining; what can we eliminate or “give up for the betterment of others”, from our monthly expenses? For example, do we really need to go out to dinner or drinks with family or friends so many times per month, or, do we really need to buy that newest version of smartphone when our existing phone works just fine. Do we really need those new clothes when we still have a closet full of clothes, etc.? By giving up or sacrificing those desires, which are not critical things in our lives, and adding that savings to what we were planning on giving from what was left in our budget; then we will be giving sacrificially. Only you can determine what that amount is; but pray to the Holy Spirit to give you guidance to truly see what amount of Sacrifice you will be able to give. God the Father and our Lord Jesus Christ have already sacrificed for us; what will your response be? |
Este mes, en la Fiesta de San José Obrero, avanzamos decisivamente hacia esta meta al invitar a cada
individuo y familia de la Parroquia de San Joaquín a participar en nuestra Campaña Capital. Todos están invitados a discernir su promesa de sacrificio de 33 meses. Confiamos en que, si cada uno de nosotros presenta una promesa de sacrificio, Dios hará el resto. Creemos firmemente que, “ A menos que el Señor construya la casa, trabajan en vano quienes la construyen” (Salmo 127:1). Nos anima el niño que con generosidad y sacrificio le dio a Jesús sus dos pescados y cinco panes. Jesús usó el regalo del niño para alimentar a cinco mil familias. Tenemos más de cinco mil familias en la Parroquia de San Joaquín que necesitan ser ALIMENTADAS POR JESÚS, EL PAN DE VIDA ETERNA. Usted está invitado a ver un video de 8 minutos para ayudarlo a experimentar LA BELLEZA EN EL ARTE Y LA ARQUITECTURA de nuestra propuesta de LA IGLESIA CATÓLICA DE LA SANTA TRINIDAD. Bendiciones de San José Obrero, Padre John Para que nuestra Campaña capital tenga éxito, todos vamos a tener que considerar hacer una Promesa Sacrificial para la construcción de nuestra nueva Iglesia Católica de la Santísima Trinidad. Antes de que podamos determinar cuál será nuestro Compromiso Sacrificial, primero debemos entender qué es un sacrificio y qué es dar sacrificialmente. Sólo entonces podremos determinar si a lo que nos estamos comprometiendo es de naturaleza sacrificial. El amor sacrificial es el amor que da hasta que duele. Dios Padre permitió que Su Hijo que fuera torturado por nuestros pecados y sacrificado en la cruz para que todos los pobres pecadores, desde Adán y Eva hasta el fin de los tiempos, pudieran escuchar a Jesús orar: “Padre, perdónalos; no saben lo que hacen”. La respuesta sacrificial del Padre fue enviar a Su Hijo Resucitado de regreso al mundo con las palabras: “Shalom – La paz sea contigo; como el Padre me ha enviado, ahora yo te envío a ti; ¡Recibe el Espíritu Santo!” Este inimaginable Amor Sacrificial, y Auto-Don del Padre y Jesús, es lo que sana la herida del Pecado Original, que es nuestra falta de confianza en Dios. Este Auto-Don Sacrificial del Amor Misericordioso Divino puede empoderarnos a cada uno de nosotros para dar sacrificialmente de una manera que promueva el Reino de Dios en la Tierra. Dios Padre y Jesús están listos para establecer su Reino en nuestros corazones. Como discípulos de Jesús, tenemos el poder y el privilegio de ser embajadores de la Misericordia de Dios y de hacer discípulos de tantos como podamos; bautizarlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y en la Victoria de Jesús sobre el pecado, la muerte y el diablo. Por lo tanto, existe la necesidad apremiante de construir la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad en Madera. Así, más y más discípulos pueden ser llevados a la íntima Comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Entonces, ¿qué estamos llamados a hacer en esta Campaña Capital? Se nos pide que prometamos una cantidad que sea de naturaleza sacrificial para la expansión del Reino de Dios aquí en la tierra. La cantidad será diferente para cada uno de nosotros dependiendo de nuestras circunstancias financieras, pero nuestro nivel de sacrificio puede ser el mismo. Si después de orar al respecto y revisar nuestros presupuestos personales, decidimos una cantidad con la que nos sentimos cómodos y podemos hacer fácilmente, entonces, aunque agradable, aún no es de naturaleza sacrificial. También debemos tener cuidado de no ir al otro extremo y prometer tanto que, si honramos la promesa, estaremos privando a nuestra familia de sus necesidades básicas. Un Compromiso de Sacrificio es aquel en el que damos más de lo que sobra en nuestro presupuesto mensual. Dar sacrificialmente es rehacer nuestro presupuesto mensual y determinar; ¿qué podemos eliminar o “renunciar por el mejoramiento de los demás”, de nuestros gastos mensuales? Por ejemplo, ¿realmente necesitamos salir a cenar o tomar algo con la familia o los amigos tantas veces al mes, o realmente necesitamos comprar esa versión más nueva de teléfono inteligente cuando nuestro teléfono existente funciona bien? ¿Realmente necesitamos esa ropa nueva cuando todavía tenemos un armario lleno de ropa, etc.? En renunciar o sacrificar esos deseos, que no son cosas críticas en nuestras vidas, y agregar ese ahorro a lo que estábamos planeando dar de lo que quedaba en nuestro presupuesto; entonces estaremos dando sacrificialmente. Solo tú puedes determinar cuál es esa cantidad; pero ora al Espíritu Santo para que te guíe para ver verdaderamente qué cantidad de sacrificio podrás dar. Dios el Padre y nuestro Señor Jesucristo ya se han sacrificado por nosotros; ¿Cuál será su respuesta? |
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By the will of God, the Father, and of her Son, Jesus, Mary is the Mother of every Disciple and the Mother of the Church (John 19:26-27). In a very unique and special way Mary is the Spouse of the Holy Spirit and the Virginal Spouse of St. Joseph. At the time of her Immaculate Conception, and then, at the time of the Incarnation, and then, at the foot of the Cross, Mary is perceived as the New Eve (CCC 411). Jesus is perceived as the New Adam (Romans 5:12-21). They are at the center of God’s Plan to “crush the head of the serpent” (Genesis 3:15), and Redeem and Re-Create the human race. As such, Mary will have a prominent place in the Devotional Art of Holy Trinity Catholic Church – in the sanctuary, as pictured to the left (Revelation 12). Sculptures of the Holy Family are proposed to be centered in the altars of the main church and in the Holy Family Chapel, as pictured below.
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Divine Mercy is a reference to the message transmitted by Sister Faustina on the mystery of God, "rich in mercy," who in his great love makes us pass from sin to new life and saves us by grace (cf. Eph. 2: 4-5). Divine Mercy is at the very heart of the proclamation of the Gospel. For this reason, we are proposing that the Image of Divine Mercy, as revealed to St. Faustina, be placed prominently in the sanctuary of Holy Trinity Catholic Church with its invocation, “Jesus, I Trust in You.”
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We are proposing to place a grotto with the statues of Our Lady of Fatima and the three shepherd children in the center of the Plaza of Holy Trinity Catholic Church.
We want to communicate the importance of the message of Our Lady of Fatima for our generation and for generations to come: Pray and sacrifice for the conversion of poor sinners. Pray the Rosary daily. Meditate on and live the Mysteries of our Salvation in Jesus Christ. Make prayer the center of your marriages and your families. The family that prays together, stays together.
It’s WAR! “Our battle is not against flesh and blood … but against the spiritual hosts of wickedness in the heavenly places” (Eph. 6:12). Jesus offers us his victory over sin, death and the devil. The victory is “Christ in you!” (Col. 1:27). I am invited to live on Jesus’ winning team together with Mary and all the saints; to wield spiritual weapons of great power against the devil and his demons; and to enjoy great freedom, security and confidence in the Lord. Jesus awaits my free response to his offer.
After the assassination attempt on Pope John Paul II, on May 13, 1981, the Feast of Our Lady of Fatima, Sr. Lucia, one of the shepherd children from Fatima, at age 77 and a Carmelite nun, gave this message to the Vatican: “The final battle between the Lord and the reign of Satan will be about marriage and the family. Do not be afraid. Anyone who works for the sanctity of marriage and the family will always be contended and opposed in every way because this is the decisive issue.”
In summary there are two pillars of the civilization of life and love: 1. The human person in its ineffable dignity of being created in the image and likeness of God; and 2. The conjugal union between a man and woman, the place in which God creates new human persons in His image and likeness.
The elevation of abortion to a subjective and private right is the demolition of the first pillar. The ennoblement of a homosexual relationship, when equated to marriage, is the destruction of the second pillar. The Battle is Raging all around us.
Together we build Holy Trinity Catholic Church. There we will worship our God: Father, Son and Holy Spirit, Who sustain our marriages and families with their Life, Love and Truth; and Who help us to bring Their Victory over sin and death to all the world.
It’s WAR! “Our battle is not against flesh and blood … but against the spiritual hosts of wickedness in the heavenly places” (Eph. 6:12). Jesus offers us his victory over sin, death and the devil. The victory is “Christ in you!” (Col. 1:27). I am invited to live on Jesus’ winning team together with Mary and all the saints; to wield spiritual weapons of great power against the devil and his demons; and to enjoy great freedom, security and confidence in the Lord. Jesus awaits my free response to his offer.
After the assassination attempt on Pope John Paul II, on May 13, 1981, the Feast of Our Lady of Fatima, Sr. Lucia, one of the shepherd children from Fatima, at age 77 and a Carmelite nun, gave this message to the Vatican: “The final battle between the Lord and the reign of Satan will be about marriage and the family. Do not be afraid. Anyone who works for the sanctity of marriage and the family will always be contended and opposed in every way because this is the decisive issue.”
In summary there are two pillars of the civilization of life and love: 1. The human person in its ineffable dignity of being created in the image and likeness of God; and 2. The conjugal union between a man and woman, the place in which God creates new human persons in His image and likeness.
The elevation of abortion to a subjective and private right is the demolition of the first pillar. The ennoblement of a homosexual relationship, when equated to marriage, is the destruction of the second pillar. The Battle is Raging all around us.
Together we build Holy Trinity Catholic Church. There we will worship our God: Father, Son and Holy Spirit, Who sustain our marriages and families with their Life, Love and Truth; and Who help us to bring Their Victory over sin and death to all the world.
The purpose of building a church is to bring God’s People together for Worship in Spirit and in Truth. Jesus offers us forgiveness of our sins and reconciliation with the Father. Jesus and the Father offer us their Self-Gift of the Holy Spirit. If we use our free wills to repent and accept this Gift, we can begin a life of intimate Communion with the Persons of the Trinity and with the whole Communion of saints. Our Worship then empowers us to be Light for the world, Salt for the earth and Leaven for society and to be living witnesses of Jesus’ Victory over sin, death and the devil.
God is glorified in the Victory of His Son, Jesus. He is also glorified by our cooperation in the Mission that Jesus has given every disciple: to invite every person on earth to share in Jesus’ Victory by becoming disciples. We are on the same winning team as the greatest of all Saints, Holy Mary and Saint Joseph, who are acclaimed as the Holy Spouses and the Co-Patrons of the pre-born. “The final battle between the Lord and the reign of Satan will be about marriage and the family” (Sr. Lucia of Fatima).
Our proposed Holy Family Chapel as part of Holy Trinity Church will feature a devotional area to the Holy Spouses, Mary and Joseph, Co-Patrons of the pre-born, precisely to help us defeat the evils of practical atheism, pornography, lust, sex abuse, gender ideology, the ideology of same-sex marriage, and the human genocide of abortion. Our heavenly support system will help us to bring about conversion and healing for all who have been harmed by these tactics of the evil one. “Holy Spouses, pray for us sinners, our families and communities, now and at the hour of our death. Amen!”
God is glorified in the Victory of His Son, Jesus. He is also glorified by our cooperation in the Mission that Jesus has given every disciple: to invite every person on earth to share in Jesus’ Victory by becoming disciples. We are on the same winning team as the greatest of all Saints, Holy Mary and Saint Joseph, who are acclaimed as the Holy Spouses and the Co-Patrons of the pre-born. “The final battle between the Lord and the reign of Satan will be about marriage and the family” (Sr. Lucia of Fatima).
Our proposed Holy Family Chapel as part of Holy Trinity Church will feature a devotional area to the Holy Spouses, Mary and Joseph, Co-Patrons of the pre-born, precisely to help us defeat the evils of practical atheism, pornography, lust, sex abuse, gender ideology, the ideology of same-sex marriage, and the human genocide of abortion. Our heavenly support system will help us to bring about conversion and healing for all who have been harmed by these tactics of the evil one. “Holy Spouses, pray for us sinners, our families and communities, now and at the hour of our death. Amen!”
We propose to have devotional shrines in Holy Trinity Catholic Church; one honoring The Cristero martyrs and another, young saints. The painting above, now at the old Basilica of Our Lady of Guadalupe in Mexico City, will be reproduced for our new church. 22 priests and 3 laymen were canonized by Pope John Paul II on May 21, 2000. They were executed by the Mexican government between 1917 and 1929 for disobeying the law that suppressed the celebration of the Church’s Sacraments.
One of the martyrs to be included in both shrines is San Jose Sanchez del Rio, age 14. He was canonized by Pope Francis on October 16, 2016. “José was captured by government forces, who ordered him to renounce his faith in Christ, under threat of death. He refused. In prison, José prayed the Rosary daily and wrote an emotional letter to his mother, saying that he was ready to fulfill the will of God to whom he dedicated himself. Others recalled the gruesome events that transpired after the government's failure to break José's resolve. “On the evening of February 10, 1928, they cut the bottom of his feet and obliged him to walk around the town toward the cemetery. They also at times cut him with a machete until he was bleeding from several wounds. He cried and moaned with pain, but he did not give in. At times they stopped him and said, 'If you shout, "Death to Christ the King" we will spare your life'. José would only shout, 'I will never give in. Viva Cristo Rey!'"[3 (Wikipedia).
One of the martyrs to be included in both shrines is San Jose Sanchez del Rio, age 14. He was canonized by Pope Francis on October 16, 2016. “José was captured by government forces, who ordered him to renounce his faith in Christ, under threat of death. He refused. In prison, José prayed the Rosary daily and wrote an emotional letter to his mother, saying that he was ready to fulfill the will of God to whom he dedicated himself. Others recalled the gruesome events that transpired after the government's failure to break José's resolve. “On the evening of February 10, 1928, they cut the bottom of his feet and obliged him to walk around the town toward the cemetery. They also at times cut him with a machete until he was bleeding from several wounds. He cried and moaned with pain, but he did not give in. At times they stopped him and said, 'If you shout, "Death to Christ the King" we will spare your life'. José would only shout, 'I will never give in. Viva Cristo Rey!'"[3 (Wikipedia).
Por la voluntad de Dios, el Padre, y de su Hijo, Jesús, María es la Madre de cada Discípulo y la Madre de la Iglesia (Juan 19:26-27). De una manera muy singular y especial, María es la Esposa del Espíritu Santo y la Esposa Virginal de San José. En el momento de su Inmaculada Concepción, y luego, en el momento de la Encarnación, y una vez más al pie de la Cruz, María es percibida como la Nueva Eva (CIC 411). Jesús es percibido como el Nuevo Adán (Romanos 5:12-21). Ellos están en el centro del Plan de Dios para "aplastar la cabeza de la serpiente" (Génesis 3:15), para redimir y recrear a la raza humana. Como tal, María tendrá un lugar prominente en el Arte Devocional de la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad, en el santuario, como se muestra arriba (Apocalipsis 12). Se propone que las esculturas de la Sagrada Familia se centren en los altares de la iglesia principal y en la Capilla de la Sagrada Familia, como se muestra a continuación.
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La Divina Misericordia es una referencia al mensaje Transmitido por sor Faustina sobre el misterio de Dios, “rico en misericordia”, Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivifico juntamente con Cristo por gracia habéis sido salvados (Efesios 2: 4-5). La misericordia Divina está en el Corazón mismo del anuncio del Evangelio. Por esta razón, proponemos que la imagen de la Divina Misericordia, tal como se le reveló a Santa Faustina, se coloque de manera prominente en el santuario de la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad con su invocación, “Jesús, en Ti confió”
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Proponemos colocar una gruta con las estatuas de Nuestra Señora de Fátima y los tres pastorcitos en el centro de la Plaza de la Iglesia Católica Santísima Trinidad.
Queremos comunicar la importancia del mensaje de Nuestra Señora de Fátima para nuestra generación: Con oración y sacrificio por la conversión de los pobres pecadores. Rezar el Rosario diariamente. Meditar y vivir los Misterios de nuestra Salvación en Jesucristo. Hacer la oración el centro de vuestros matrimonios y de vuestras familias. La familia que ora unida, permanece unida.
¡Es la GUERRA! “Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre… contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.” (Efesios 6:12). Jesús nos ofrece su Victoria sobre el pecado, la muerte y el demonio. ¡La victoria es “Yo de Cristo!” (Col. 1:27). Estoy invitado a vivir en el equipo ganador de Jesús junto con Maria y todos los santos; utilizar armas espirituales de gran poder contra el diablo y sus demonios; y gozar de gran libertad, seguridad y confianza en el Señor. Jesus espera mi libre respuesta a su oferta.
Después del intento de asesinato del Papa Juan Pablo II, el 13 de mayo de 1981, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, Sor Lucia, una de las pastoras de Fátima, de 77 años y monja carmelita, dio este mensaje al Vaticano: “La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será sobre el matrimonio y la familia. No tengas miedo. Cualquiera que trabaje por la santidad del matrimonio y de la familia será siempre discutido y enfrentado en todos los sentidos porque este es el asunto decisivo.”
En resumen, son dos los pilares de la civilización de la vida y del amor: 1. La persona humana en su inefable dignidad de ser creada a imagen y semejanza de Dios; y 2. La unión conyugal entre un hombre y una mujer, lugar en el que Dios crea nuevas personas humanas a su imagen y semejanza.
La elevación del aborto a derecho subjetivo y privado es el derribo del primer pilar. El ennoblecimiento de una relación homosexual, cuando se equipará con el matrimonio, es la destrucción del segundo pilar. La batalla se está librando a nuestro alrededor.
Juntos construimos la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad. Allí adoraremos a nuestro Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Quienes sustentan nuestros matrimonios y familias con Su Vida, Amor y Verdad; y Quienes nos ayudan a llevar Su Victoria sobre el pecado y la muerte al mundo entero.
¡Es la GUERRA! “Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre… contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.” (Efesios 6:12). Jesús nos ofrece su Victoria sobre el pecado, la muerte y el demonio. ¡La victoria es “Yo de Cristo!” (Col. 1:27). Estoy invitado a vivir en el equipo ganador de Jesús junto con Maria y todos los santos; utilizar armas espirituales de gran poder contra el diablo y sus demonios; y gozar de gran libertad, seguridad y confianza en el Señor. Jesus espera mi libre respuesta a su oferta.
Después del intento de asesinato del Papa Juan Pablo II, el 13 de mayo de 1981, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, Sor Lucia, una de las pastoras de Fátima, de 77 años y monja carmelita, dio este mensaje al Vaticano: “La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será sobre el matrimonio y la familia. No tengas miedo. Cualquiera que trabaje por la santidad del matrimonio y de la familia será siempre discutido y enfrentado en todos los sentidos porque este es el asunto decisivo.”
En resumen, son dos los pilares de la civilización de la vida y del amor: 1. La persona humana en su inefable dignidad de ser creada a imagen y semejanza de Dios; y 2. La unión conyugal entre un hombre y una mujer, lugar en el que Dios crea nuevas personas humanas a su imagen y semejanza.
La elevación del aborto a derecho subjetivo y privado es el derribo del primer pilar. El ennoblecimiento de una relación homosexual, cuando se equipará con el matrimonio, es la destrucción del segundo pilar. La batalla se está librando a nuestro alrededor.
Juntos construimos la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad. Allí adoraremos a nuestro Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Quienes sustentan nuestros matrimonios y familias con Su Vida, Amor y Verdad; y Quienes nos ayudan a llevar Su Victoria sobre el pecado y la muerte al mundo entero.
El propósito de construir una iglesia es reunir al Pueblo de Dios para la Adoración en Espíritu y en Verdad. Jesús nos ofrece el perdón de nuestros pecados y la reconciliación con el Padre. Jesús y el Padre nos ofrecen su Auto-donación del Espíritu Santo. Si usamos nuestro libre albedrío para arrepentirnos y aceptar este Don, podemos comenzar una vida de comunión íntima con las Personas de la Trinidad y con toda la Comunión de los santos. Nuestro culto nos empodera entonces para ser Luz para el mundo, Sal para la tierra y Levadura para la sociedad y para ser testigos vivos de la Victoria de Jesús sobre el pecado, la muerte y el demonio.
Dios es glorificado en la Victoria de Su Hijo, Jesús. Él también es glorificado por nuestra cooperación en la Misión que Jesús le ha dado a cada discípulo: invitar a cada persona en la tierra a compartir la Victoria de Jesús haciéndose discípulos. Estamos en el mismo equipo ganador que el más grande de todos los Santos, Santa Maria y San José, quienes son aclamados como los Santos Esposos y los co-patronos de los no nacidos. “La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será sobre el matrimonio y la familia” (Sor Lucia de Fátima).
Nuestra Capilla de la Sagrada Familia propuesta como parte de la Iglesia de la Santísima Trinidad contara con un área de devoción a los Santos Esposo, Maria y José, co-patronos de los no nacidos, precisamente para ayudarnos a vencer los males del ateísmo practico, la pornografía, la lujuria, el sexo, el abuso, la ideología de género, la ideología del matrimonio entre personas del mismo sexo y el genocidio humano del aborto, Nuestro sistema de apoyo celestial nos ayudara a lograr la conversión y la sanidad de todos los que han sido dañados por estas tácticas del maligno “Santos Esposos, ruega por nosotros pecadores, por nuestras familias y comunidades, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen!”
Dios es glorificado en la Victoria de Su Hijo, Jesús. Él también es glorificado por nuestra cooperación en la Misión que Jesús le ha dado a cada discípulo: invitar a cada persona en la tierra a compartir la Victoria de Jesús haciéndose discípulos. Estamos en el mismo equipo ganador que el más grande de todos los Santos, Santa Maria y San José, quienes son aclamados como los Santos Esposos y los co-patronos de los no nacidos. “La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será sobre el matrimonio y la familia” (Sor Lucia de Fátima).
Nuestra Capilla de la Sagrada Familia propuesta como parte de la Iglesia de la Santísima Trinidad contara con un área de devoción a los Santos Esposo, Maria y José, co-patronos de los no nacidos, precisamente para ayudarnos a vencer los males del ateísmo practico, la pornografía, la lujuria, el sexo, el abuso, la ideología de género, la ideología del matrimonio entre personas del mismo sexo y el genocidio humano del aborto, Nuestro sistema de apoyo celestial nos ayudara a lograr la conversión y la sanidad de todos los que han sido dañados por estas tácticas del maligno “Santos Esposos, ruega por nosotros pecadores, por nuestras familias y comunidades, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen!”
Proponemos tener santuarios devocionales en la Iglesia Católica de la Santísima Trinidad; uno en honor a los mártires cristeros y otro, a los santos jóvenes. La pintura de arriba, ahora se encuentra en la antigua Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, será una réplica para nuestra nueva iglesia. 22 sacerdotes y 3 laicos fueron canonizados por el Papa Juan Pablo II el 21 de mayo de 2000. Fueron ejecutados por el gobierno mexicano entre 1917 y 1929 por desobedecer la ley que suprimía la celebración de los Sacramentos de la Iglesia.
En uno de los mártires será incluido en ambos santuarios qual San José Sánchez del Río, de 14 años. Fue canonizado por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016. “José fue capturado por fuerzas gubernamentales, quienes le ordenaron renunciar a su fe en Cristo, bajo amenaza de muerte, el se negó. En prisión, José rezaba el Rosario diariamente y le escribía una carta emocional a su madre, diciéndole que estaba listo para cumplir la voluntad de Dios a quien el se dedicaba. Otros recordaron los espantosos eventos que ocurrieron después de que el gobierno no logró quebrantar la determinación de José. “En la tarde del 10 de febrero de 1928, le cortaron la planta de los pies y lo obligaron a caminar por el pueblo hacia el cementerio. También lo cortaron en ocasiones con un machete hasta dejarlo sangrando por varias heridas. Lloraba y gemía de dolor, pero no cedía. A veces lo detenían y le decían: 'Si gritas: "Muerte a Cristo Rey" te perdonamos la vida'. José solo gritaba: 'Yo nunca me rendiré. ¡Viva Cristo Rey!'"[3 (Wikipedia).
En uno de los mártires será incluido en ambos santuarios qual San José Sánchez del Río, de 14 años. Fue canonizado por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016. “José fue capturado por fuerzas gubernamentales, quienes le ordenaron renunciar a su fe en Cristo, bajo amenaza de muerte, el se negó. En prisión, José rezaba el Rosario diariamente y le escribía una carta emocional a su madre, diciéndole que estaba listo para cumplir la voluntad de Dios a quien el se dedicaba. Otros recordaron los espantosos eventos que ocurrieron después de que el gobierno no logró quebrantar la determinación de José. “En la tarde del 10 de febrero de 1928, le cortaron la planta de los pies y lo obligaron a caminar por el pueblo hacia el cementerio. También lo cortaron en ocasiones con un machete hasta dejarlo sangrando por varias heridas. Lloraba y gemía de dolor, pero no cedía. A veces lo detenían y le decían: 'Si gritas: "Muerte a Cristo Rey" te perdonamos la vida'. José solo gritaba: 'Yo nunca me rendiré. ¡Viva Cristo Rey!'"[3 (Wikipedia).