oraciÓn de san JosÉ | antes de la misa
O buen San José, con gran confianza en tu poderosa intercesión,
ponemos en tus manos nuestra comunidad parroquial.
Guíanos e inspiranos en la planificación,
financiamiento y construcción de nuestra nueva iglesia tan necesitada. Amén
ponemos en tus manos nuestra comunidad parroquial.
Guíanos e inspiranos en la planificación,
financiamiento y construcción de nuestra nueva iglesia tan necesitada. Amén
oraciones finales | Despues de misa
Bienaventurado San José, casto esposo de la Virgen María, permanece con nosotros en este día. Tu que protegiste a la Virgen; y amaste al Niño Jesús como tu propio Hijo, le rescataste del peligro de muerte. Defiende la Iglesia, la casa de Dios, comprada por la sangre de Cristo. Custodio de la Sagrada Familia, permanece con nosotros en nuestras pruebas. Que tus oraciones nos obtengan la fuerza para huir del error y luchar contra los poderes de la corrupción de manera que en esta vida crezcamos en santidad y después de la muerte nos regocijemos de Victoria.
Amén.
Virgen Santísima de Guadalupe, Reina de los Ángeles y Madre de las Americas. Acudimos a tí hoy como tus amados hijos. Te pedimos que intercedas por nosotros con tu Hijo, como lo hiciste en las bodas de Caná. Ruega por nosotros, Madre amorosa, y obtén para nuestra nación, nuestro mundo, y para todas nuestras familias y seres queridos, la protección de tus santos ángeles, para que podamos salvarnos de lo peor de esta enfermedad. Para aquellos que ya están afectados, te pedimos que les concedas la gracia de la sanación y la liberación. Escucha los gritos de aquellos que son vulnerables y temerosos, seca sus lágrimas y ayúdalos a confiar. En este tiempo de dificultad y prueba, enséñanos a todos en la Iglesia a amarnos los unos a los otros y a ser pacientes y amables. Ayúdanos a llevar la paz de Jesús a nuestra tierra y a nuestros corazones. Acudimos a ti con confianza, sabiendo que realmente eres nuestra madre compasiva, la salud de los enfermos y la causa de nuestra alegría. Refúgianos bajo el manto de tu protección, mantennos en el abrazo de tus brazos, ayúdanos a conocer siempre el amor de tu Hijo, Jesús. Amén
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor como en un Nuevo Pentecostés!
San Miguel Arcángel, defiendenos en la batalla. Sé nuestro amparo
contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímele, Dios,
te pedimos suplicantes: y tú, Príncipe de la milicia celestial,
arroja al infierno, con poder Divino, a Satanás y los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo buscando la perdición de las almas. Amén.
Oh Santísimo Sacramento, Oh Sacramento Divino, toda alabanza y
toda acción de gracias, sea tuya en todo momento.
Oh María, sin pecado concebida, Ruega por nosotros que recurrimos a Tí.
San José, nuestro protector, Ruega por nosotros.
Todos los Ángeles y Santos, Rueguen por nosotros.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Alabado sea Jesucristo. Ahora y siempre.
Amén.
Virgen Santísima de Guadalupe, Reina de los Ángeles y Madre de las Americas. Acudimos a tí hoy como tus amados hijos. Te pedimos que intercedas por nosotros con tu Hijo, como lo hiciste en las bodas de Caná. Ruega por nosotros, Madre amorosa, y obtén para nuestra nación, nuestro mundo, y para todas nuestras familias y seres queridos, la protección de tus santos ángeles, para que podamos salvarnos de lo peor de esta enfermedad. Para aquellos que ya están afectados, te pedimos que les concedas la gracia de la sanación y la liberación. Escucha los gritos de aquellos que son vulnerables y temerosos, seca sus lágrimas y ayúdalos a confiar. En este tiempo de dificultad y prueba, enséñanos a todos en la Iglesia a amarnos los unos a los otros y a ser pacientes y amables. Ayúdanos a llevar la paz de Jesús a nuestra tierra y a nuestros corazones. Acudimos a ti con confianza, sabiendo que realmente eres nuestra madre compasiva, la salud de los enfermos y la causa de nuestra alegría. Refúgianos bajo el manto de tu protección, mantennos en el abrazo de tus brazos, ayúdanos a conocer siempre el amor de tu Hijo, Jesús. Amén
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor como en un Nuevo Pentecostés!
San Miguel Arcángel, defiendenos en la batalla. Sé nuestro amparo
contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímele, Dios,
te pedimos suplicantes: y tú, Príncipe de la milicia celestial,
arroja al infierno, con poder Divino, a Satanás y los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo buscando la perdición de las almas. Amén.
Oh Santísimo Sacramento, Oh Sacramento Divino, toda alabanza y
toda acción de gracias, sea tuya en todo momento.
Oh María, sin pecado concebida, Ruega por nosotros que recurrimos a Tí.
San José, nuestro protector, Ruega por nosotros.
Todos los Ángeles y Santos, Rueguen por nosotros.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Alabado sea Jesucristo. Ahora y siempre.